XIX.- Un Cuento decisivo del Abuelo Don Ángel
Por Chalo Lagrange
Los almanaques se sucedieron uno a uno surcando unas cuantas décadas -demasiadas tal vez- desde que aquel pibe, por la
Por Chalo Lagrange
Los almanaques se sucedieron uno a uno surcando unas cuantas décadas -demasiadas tal vez- desde que aquel pibe, por la
Por Chalo Lagrange
Aprendí durante unas vacaciones en mi adolescencia que hay circunstancias en la historia en las que un hombre, o una
Por Chalo Lagrange
Todas las tardes de todos aquellos años en los que el Destino quiso que ante la ausencia que acopla la
Por Chalo Lagrange
El Ricardo Hugo Czentorycky, el Barriga Czentorycky, lo soltó así, de una, con la garganta sonando en el tono natural
Por Chalo Lagrange
“Tiene que ser hoy”. El Fabio, el Doctor Fabio Catena, lo dijo con la misma seguridad con la que pedía
Por Chalo Lagrange
El Dr. Veterinario Adrián Santos era un jugador de punta que arrancaba en forma vertical o haciendo diagonales desde ambos
Por Chalo Lagrange
Pensar o expresar «como siempre» no es lo mismo que pensar o decir “igual que siempre”. Como siempre estaban ahí
Por Chalo Lagrange
Ahí, en la entrada del vestuario pero con la puerta cerrada, como corresponde. Después de un primer tiempo de algunas
Por Chalo Lagrange
El Juan Enrique Dubra, el Quique Dubra, avanzaba arrastrando los pies, con la garganta molida, la voz y el alma
Por Chalo Lagrange
Ni al pasar ni al azar ni por ausencia de otros temas fue que el ingeniero Carlos Gerardo Martínez Cenizo,