Islas

Algunas mujeres son como islas
llegamos a ellas y transcurrimos
sin pensar una historia duradera.
Es el lugar al que arribamos
para abandonarlo aún
sin puerto y sin destino.
Cuantas veces llegamos a oscuras
caminando a tientas
por saber el camino.
Tiempo y retazos,
momentos sencillos
afectos entrañables,
hermanan la desdicha
de no ser para quienes
esperamos nos elijan.
La ventana sigue abierta
a ella arriban diferentes paisajes.

Almanaques que arrancan los días
suman, multiplican grises
y así nos dejamos ir
en orgasmos majestuosos
que se mezclan,
con adioses imprecisos
hasta que llegue
el momento del regreso
sin saber porque volvimos.

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