Follebooks

El folletín decimonónico nunca ha dejado de estar de moda. Al fin y al cabo ‘Mad Men’ o ‘The News Room’ son folletines televisivos. Así que no resulta extraño que en las últimas semanas surjan iniciativas para explorar las posibilidades del “follebook”. Se trata de fidelizar a lectores que no están dispuestos a perder mucho tiempo en la lectura y darles unas cuantas páginas al mes a cambio de una pequeña cantidad. La venta por entregas no siempre resulta fácil como comprobó Stephen King, uno de los autores más vendidos, que fracasó hace doce años cuando intentó vender una novela por capítulos en Internet.
En el apartado de innovaciones, las editoriales (casi siempre las nuevas porque los tradicionales están en otras cosas), intentan innovar para satisfacer la demanda de los lectores. Como es sabido, el libro electrónico permite mucha más interactividad que la de pasar las hojas. Sin embargo, a veces, las supuestas innovaciones consisten en volver a terrenos conocidos. Amazon, por ejemplo, ha puesto en marcha “Serials Kindle”, unos ebooks que se venden por entregas. El comprador del libro electrónico puede leer los capítulos que se han publicado y recibe los siguientes a medida que se van publicando. Se trata, según anuncian, de que el lector disfrute de la historia mientras el autor la crea y, de paso, que participe comentando los episodios en los foros de Kindle. Además, los comentarios pueden servir de inspiración al autor para concluir la serie complaciendo a los lectores.

En 2000, Stephen King decidió vender en Internet ‘The plant’, una novela por entregas. La propuesta que realizó el autor consistía en que si el 75 por ciento de los lectores pagaba un dólar, continuaría publicando capítulos. Pero si la gente no pagaba, pararía la novela. Y la paró. El primer capítulo lo descargaron 120.000 lectores. Los siguientes alcanzaron apenas las 40.000 descargas. A la hora de pagar, sólo el 46 por ciento de los que realizaron la descarga contribuyó con un dólar. Después de triunfar con ‘Riding the bullet’, editado por Simon & Shuster, una de las experiencias más exitosas de comercialización en Internet de un libro (vendió 500.000 ejemplares a 2,5 dólares), Stephen King se animó a autopublicar. Luego reconocería que echó de menos la colaboración de una editorial a la hora de promocionarlo.
Jennifer 8. Lee, una ex reportera de The New York Times puso en marcha el mes pasado Plympton, un “estudio literario” dedicado a crear novelas por entregas. Otra cofundadora es Yael Goldstein Love, una novelista que ejerce de directora literaria. En la explicación del proyecto dicen que estamos viviendo una época turbulenta para la ficción donde las grandes editoriales reducen el número de publicaciones de ficción y las revistas no la publican. El objetivo de Plympton es «crear un nuevo taller literario que combine la flexibilidad de la publicación digital con el apoyo a fomentar la escritura audaz e innovadora».
En Plympton elaboran obras de ficción largas que están compuestas por obras más pequeñas, que el lector recibe en forma de actualizaciones. Cada entrega tiene entre 7.000 y 25.000 palabras y aparece una nueva cada 15 días o cada mes. Los libros que han publicado hasta ahora tienen previstas entre cuatro y seis entregas. Tres de los ocho títulos que ha lanzado Amazon en “Serials Kindle” son productos de Plympton. Uno de ellos, ‘Hacker Mom’, se vende por 1,99 dólares. La primera entrega se realizó el 6 de septiembre y constaba de 32 páginas. La segunda, de 36 páginas, llegó a primeros de octubre. El comprador recibe un mail avisando de que ya está disponible en su Kindle el nuevo capítulo.
Lee y Goldstein decidieron financiar el proyecto también a través de ‘crowdfunding’ (financiación colectiva). Su objetivo era conseguir 30.000 dólares. Esta semana, cuando finalice el plazo para recaudar el dinero, es muy posible que obtengan casi 50.000 dólares de donaciones de más de 320 personas.

Fuente:

http://blogs.elpais.com/sin-tinta/2012/10/follebooks-libros-electronicos-por-entregas-a-la-busqueda-de-lectores.html

Entradas relacionadas