Desaparecen y aparecen
aquellos que no están,
y vienen siempre.
Se entremezclan con mi voz
y todo calla de repente.
Dicen que pasó un ángel
y nadie,
arroparlo parece.
Y es triste que la lucha sea mucha
y que la muchedumbre no alumbre
es triste pero es cierto, que
en esta pelea de identidades y victimarios
no se encuentren a algunos
que no han aparecido
pero que en algo se parecen
a aquellos que por cultura han desaparecido.
Y no me refiero a las marchas ni al silencio,
de cotidianeidades hablo;
de vos, de él y de ella
desaparecidos que no desaparecen.
Y en este rastro serpenteado,
en rostro del horror, hay infiernos
que ya no (te) calientan cuando
desaparecen los desaparecidos.
Y en esta lucha que
en nada se parece a tu burla
desaparecen hijos, madres, padres, religiones
y todo cuanto hoy desaparece
ya no se parece
a los verdaderos desaparecidos.
Así de repente;
vuelven,
aparecen,
olvidos,
de los desaparecidos.