A mi amigo actor
le falta una cama.’
Mil luchas tuvo
y le sobran ganas
ganas gastadas
de seguir luchando
Le sobran ganas.
Tiene una gran vergüenza
de no tener nada.
Tiene un gran cariño
por las tablas
y los habitantes de la butaca.
A mi amigo actor
le falta una cama.
El papel más triste
se lo dió la vida
las representación más cruda.
Su madurez apura
inspirando un profundo respeto
y hasta a veces
un pibe muy triste
juega en su garganta
Vocación,
orgullo,
valentía,
virtudes
y sueños
los pagó
con todo lo que quería
con lo que adoraba
y en cuotas usurarias
se bebió llorando para dentro
el agua salada de sus lagrimas.
Con todo no bastó,
la persecución siguió hasta el final.
Una fina persecución
de puertas cerradas
ni un cuarto vacio,’
ni una percha.
Nada.
Y en el infame teatro
de todos los días
a mi amigo actor
le falta una cama.