Los niños cargan la pólvora de los sueños
afilan el fuego y rezan a una bala.
La inocencia baila arriba de un cañón
y amanecen en el alba de disparos
Después se levantan
con un ahorcado en su alma-
Ya tienen diez años
un cuello débil ha sangrado.
Y la sangre
la sangre
y sus ojos
está todo dicho