Cuántos soles
cuánta nieve,
maduración,
veranos
y viñedos,
ríos de vino
en uva
transcurrieron.
De mano
en mano
las canastas
recogieron
esa bendición
de fruta.
Allí anduvieron
cepas,
ancestral vigencia
de beber
de nuevo
en miles de años
y en la madera
repitieron
toneles y tiempo
acumulado.
Corcho,
última frontera
sonido que desprende
la virginidad
de la botella
y la copa
en el rito
final
ante la boca
que se llena
de brillos
de lunas
de atardeceres
y de estrellas
en un brindis
que recala
en el alma
y que
golpea cristales
con un salud
a cuestas
en un vuelo
de campanas
que se estrenan.