El escritor español José Ovejero ganó el Premio Alfaguara de Novela 2013 con La invención del amor, un relato generacional situado en la Madrid actual con elementos del thriller clásico, sobre la soledad, el amor y la capacidad para reinventarse y autoengañarse. Definida por su autor como una novela de estructura sencilla, la historia relata la historia de Samuel, de 40 años, que se enamora de una mujer que ha muerto. A partir de ahí empieza a reinventar su vida.
El escritor fue dotado con 175.000 dólares (130.000 euros) y una escultura de Martín Chirino, además de la publicación simultánea del texto en 19 países hispanoparlantes. El jurado de esta XVI edición, presidido por Manuel Rivas, estuvo integrado además por Annie Morvan, José María Pozuelo Yvancos, Jordi Puntí, Xavier Velasco, Antonio Ramírez y Pilar Reyes (con voz pero sin voto). «La novela ganadora revela la fuerza transformadora de la imaginación y su capacidad para construir nuevas existencias», señaló Rivas.
»Como sucede en mis novelas, aunque se trate de novelas individuales, no sé escribir sin poner a los personajes en contexto. Y en este momento, la crisis es un trasfondo inevitable si ambientas una historia en el Madrid actual», dijo Ovejero en una videoconferencia desde Estados Unidos con el jurado que le otorgó el reconocimiento en Madrid. »Al personaje le pasa lo mismo, recibe una llamada y su vida cambia profundamente. A mí me va a pasar lo mismo», bromeó Ovejero, quien vive entre Madrid y Bruselas, sobre la sorpresiva llamada de su compatriota Manuel Rivas anunciándole que había ganado su quinto premio literario.
Narrador, poeta y ensayista, desde que fue galardonado con el Premio Ciudad de Irún 1993 por su poemario Biografía del explorador, Ovejero ha cultivado todos los géneros. Publicó libros como China para hipocondríacos (Premio Grandes Viajeros 1998), su novela Las vidas ajenas (Premio Primavera 2005) y La ética de la crueldad (Premio Anagrama de Ensayo 2012), entre otros.
La novela, presentada bajo el título Triángulo imperfecto y con el seudónimo «Doppelgänger», fue seleccionada entre 802 textos provenientes de 19 países, lo que la convierte en la edición con más participación en la historia del Premio, uno de los más destacados de las letras hispanoamericanas. La mayoría (342) llegó de España, pero también un número importante fue proveniente de México (133); Argentina (99); Colombia (61); Estados Unidos (34); Chile (28) y Venezuela (23).
Desde su primera edición en 1998 cinco argentinos se alzaron con este premio: Tomás Eloy Martínez en 2002 con El vuelo de la reina; Graciela Montes y Ema Wolf en 2005 con El turno del escriba; Andrés Neuman en 2009 con El viajero del siglo y Leopoldo Brizuela el año pasado con Una misma noche. Luego de cuatro años de haberse otorgado a autores latinoamericanos, este año el premio recayó en un español. El mexicano Carlos Fuentes y los premios Nobel de Literatura José Saramago y Mario Vargas Llosa fueron algunos de los destacados escritores que presidieron los sucesivos jurados, además de Ángeles Mastretta, Rosa Montero y Jorge Semprún entre otros.
Fuente: EFE