Pizza y cerveza, poesía y hambre

Malú Urriola es poeta y chilena y guionista de televisión. Como poeta, ganó el Premio Neruda y la Beca Guggenheim, por versos como: “El brazo con el que escribo no se lo doy a nadie, si me deshiciera de este brazo moriría atragantada. Este brazo es el que aprieta mi vientre, el que hunde su mano en mi garganta para que las palabras salgan, porque mi brazo sabe que las palabras son como trozos de carne que me atoran, si no tuviera este brazo tampoco podría hablar, porque este brazo es mi lengua, con este brazo puedo decir lo que la lengua se calla, podrían cortarme la lengua pero no el brazo, por eso no siento ningún miedo cuando tengo la lengua dentro de tu boca, porque aunque la arrancaras me quedaría este brazo.” Como guionista, hace series, esas de famosos y horario central.
El punto es que Urriola viene seguido a Buenos Aires y aquí estaba la semana pasada. Fue a pasear con una amiga y terminaban el día con pizza y cerveza en la calle Lavalle. Sí, es raro, ir a pasear a Lavalle, pero Urriola es casi local, pero turista al fin. Muzzarella, fainá, porrón, esas cosas. Y el rato que pasa y la tardecita se hace noche. Charlan, fuman, la mesa está en la calle. Y de a poco el runrun estereofónico de la calle cambia. Crece, en volumen. Se agranda, se vuelve bola de sonido. Y la bola viene desde la espalda de la poeta. Es un grupo de jóvenes. Quince, veinte, quién sabe. Un grupo que viene apretado, compacto. Son parecidos: buzos con capuchas, cabezas rapadas, con cicatrices que las cruzan, como rayas. Se meten entre las mesas. Los primeros piden monedas. “Una moneda”, dicen, con la voz y con el gesto redondo de los dedos. Los que vienen atrás, no piden: ponen las manos, las dos juntas, sobre las porciones que están los platos, sobre los maníes, sobre los panes. Percusión de dedos sobre los manteles. “¿Me puedo llevar esto, me puedo llevar esto?” Arrasan. Nunca paran, van agarrando la comida en plena marcha y en unos segundos se fueron. “Los vi –dice Urriola– y pensé: ‘Ahí viene el hambre’.”

Fuente: http://weblogs.clarin.com/revistaenie-unmillondeamigos/2012/10/16/pizza_y_cerveza_poesia_y_hambre/

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