Las zapatillas de Lucas tienen poderes

Las zapatillas de Lucas tienen poderes,
es como si atravesaran patios blandos
agazapadas al golpe o a la muerte ilusoria del pie
saltando medianeras para fingir un dolor de abeja
en una picadura diáfana.
Yo lo mandaba a abrir la heladera para agujerear
el sachet de leche descremada aunque el cacao no lo imaginara,
hasta que la siesta se iba desafectando en uno
como cada cordón en la horma y suplía la huelga
de las plantas oleaginosas que la desproporción
del acto y la idea sorbe,
todo acometía contra el sueño de mama.
Las bolitas diseminadas en el comedor
insinúan la solidez del oxímoron,
la chocolatada estaría lista si Lucas no volara tan lejos.
Acorralarse en la próxima plaza desavenida
dejar añadir al talón, una piedra adiposa calcada
en la esfera de un fuero sabático sin que nada ni nadie
camine más lento que el increíble Hulk hecho muñeco
y estas ganas de descalzarse.

Entradas relacionadas