Tenías que llegar. Lo supe una tarde de esas que se recuerdan para siempre.
Tenías que llegar, pensé.
Vos tenías que hacerlo.
Con ese talento para amar.
Tan diferente a todo.
Tenías que llegar
y con esa premura amarme
con tu ansiedad
desvestirme
con tus dolores
enseñarme
con tus ausencias
cubrirte de mi
con tu fuego
hacerme arder
con tus manos
descubrirme
y con estas ganas
hacerme vivir.