qué inocencia y fierros gastados
habían en un recuerdo:
un subibajas
una tarde de Julio psíquica
un alcohol vencido
una lápida que decía: aquí nace lo que se va
una viuda vestida con sombras
(que no eran negras exactamente)
un grupo de calaveras cowboy
un pantalón
un soldado con memoria
un Mauro
un gato que
un silencio de palabras rotas
ella que eran muchas
y muchas que eran ella
y cuando volví a casa
la muerte reposando en mis espaldas
¿Adonde iré a parar esta noche…
del otro día?