Sólo el recuerdo de dos pichones que querían comida. Dos bellos pichones claman por comida,
gritan pero no los oye su familia
Pidiendo alimento lo más fuerte pían
son un gran ejemplo de naturaleza viva.
Llegan a la noche reclamándole a la luna:
-queremos a nuestra madre o moriremos sin duda.
Nadie los escucha, tristemente se pierden,
a los pichoncitos les llegó la muerte.
Al volver la madre trayendo de gusanos,
pudo ver al nido y sus hijos devastados
ni siquiera el sol aguantó el entierro
se puso a llorar sobre los pequeños cuerpos.
Todo ese horrible día y toda esa semana
nadie se atrevió a emitir palabra.
Llovía y llovía, todo se inundaba
y la oscuridad de sus vidas se apiadaba.
En un pequeño nidito de ramas y amor
la pobre madre se arrancó el corazón,
el árbol de a poco también falleció,
el bosque entero respiró dolor.
Sólo el recuerdo quedó de ese día.
Sólo el recuerdo de una familia.
Sólo el recuerdo de naturaleza viva.