Antonio Berni

Delesio Antonio Berni nació en Rosario (Argentina) el 14 de mayo de 1905 y murió en Buenos Aires el 13 de octubre de 1981.
En 1920, a los 15 años, expuso sus cuadros por primera vez, en el Salón Mari. La muestra constó de 17 óleos (paisajes suburbanos y estudio de flores).
Sus primeros cuadros respondieron al impresionismo y al paisajismo.
En 1925 consiguió una beca otorgada por el Jockey Club de Rosario para estudiar en Europa, y en noviembre de ese año llegó a Madrid.
Hacia 1927 se instaló en Arcueil, a 6 km al sur de París, en el valle del río Biévre. Se conocen dos paisajes de Arcueil de 1927.
En 1928 conoció a Louis Aragón, poeta, novelista y ensayista francés, uno de los líderes del movimiento dadaísta y del surrealismo. Aragón lo acercó al surrealismo y también a André Bretón, poeta y crítico de arte. Sin lugar a dudas la retrospectiva de Giorgio de Chirico y el conocimiento de las obras de Magritte serán los elementos fundamentales que llevarán a Berni a ingresar al surrealismo.
Iniciará su pintura surrealista, pero no pertenecerá, ni al automatismo de Miró, ni al onirismo de Dalí. En realidad tomó la pintura de Chirico y le dio un contenido propio. «La Torre Eiffel en la Pampa», de 1930 es un ejemplo de ello.
Por entonces, la noticia de una revolución en Buenos Aires lo dejó consternado. Ya casado y con una hija decidió volver a la Argentina.
En 1932, en Amigos del Arte expuso sus obras surrealistas de París, y algunos óleos como «Toledo o el religioso». Esa muestra fue la primera exposición de ese movimiento en América Latina y también la primera en exponer collage. Se tituló Primera exposición de Arte de Vanguardia. El público no estaba acostumbrado y la muestra resultó difícil. La crítica en pleno la rechazó.
De París trajo una gran carga política, influida sin duda por su intensa vinculación con los artistas surrealistas. Ese mundo de decadencia pintado casi de fantasía ahora le era real, lo tenía ahí en su pueblo, en su país. Bretón decía «lo imaginario es lo que tiende a convertirse en real». Y Berni lo tenía ahí en los hechos cotidianos.
Este mundo era totalmente distinto al de París de los años 20 y de los artistas surrealistas. «El artista está obligado a vivir con los ojos abiertos y en ese momento (década del 30) la dictadura, la desocupación, la miseria, las huelgas, las luchas obreras, el hambre, las ollas populares crean una tremenda realidad que rompían los ojos», diría en 1976. Así comenzó la etapa del «realismo social».
Berni fue un artista representativo de la época que vivió; lo caracterizó el fuerte contenido social de su obra. Con una galería de personajes entre los que se destacan Juanito Laguna y Ramona Montiel, representantes de los sectores más bajos y olvidados. Su obra estuvo influenciada por los acontecimientos históricos que vivió a lo largo de su vida.Unos días antes de su muerte, Berni en una entrevista decía:

«El arte es una respuesta a la vida. Ser artista es emprender una manera riesgosa de vivir, es adoptar una de las mayores formas de libertad, es no hacer concesiones. En cuanto a la pintura es una forma de amor, de transmitir
los años en arte.»

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