El silencio

Sumergirse.
Bucear hacia el uno.
Hundirse en lo que no conocemos,
primeras capas y el silencio,
los afectos como un entramado
de grises y tonos intensos…
sentimientos en estado puro
miedos,
hundirse en las zonas oscuras
incertidumbre.
Más adentro la cordura
pasaje de silencios y oscuridades,
pequeños haces luminosos
señales imperceptibles
confusión de brillos
bifurcaciones, alternativas
carteles en blanco
certezas invisibles
laberintos.
Ahondar en un viaje inédito
impreciso,
zona de voces, voces sin sonido
sentencias.
El yo de adentro
mesetas, exactitudes
más abajo,
más adentro el subconciente
frontera de fronteras
relámpagos y truenos
absurda belleza,
colores,
intensidad,
grises,
incendio de luces,
quietud…
movimiento incontrolado
ángeles y monstruos sucesivos
palabras que no dicen,
imágenes que gritan caminos
rostros lejanos
nombres que nunca dijimos
cielos y estrellas fugaces
soles, risas y lágrimas
espacios interrumpidos
discurso imprevisible.
Retroceder o avanzar
es lo mismo.
Hundirse en la memoria,
ayeres cercanos
van haciendose más hondos
ayeres lejanos
siglos, imágenes y olvidos
tiempos de bordes imprecisos
tiempo de los tiempos
túneles.
Volver, entrar en la memoria
subir al hoy construido
de nuevos ayeres…
vientos, perfumes, llovizna tenue.
Ahora.
Estamos en el ahora
No hay relojes que puedan medirlo
escenario cotidiano,
tiempo estrecho,
entorno prisión entre fulgores
y espejismos.

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