Cuando nací me pusieron dos lágrimas en los ojos para que pudiera ver el tamaño del dolor de mi gente. Humberto Ak-Abal Entradas relacionadasSOL POR UN DÍAviernes 10 julio, 2009Andrés Neuman habla de su amor por la poesía y su pasión por el cuento.jueves 13 marzo, 2014Malraux en el remite y en el destinolunes 4 febrero, 2013 Entrada anteriorEl fuegoSiguiente entradaEl Bar