Cuando nací me pusieron dos lágrimas en los ojos para que pudiera ver el tamaño del dolor de mi gente. Humberto Ak-Abal Entradas relacionadasPresentación del libro Recen por élmartes 26 noviembre, 2013Nieblalunes 29 junio, 2009Teléfonolunes 16 julio, 2012 Entrada anteriorEl fuegoSiguiente entradaEl Bar