Cuando nací me pusieron dos lágrimas en los ojos para que pudiera ver el tamaño del dolor de mi gente. Humberto Ak-Abal Entradas relacionadasPoema sin nombreviernes 22 mayo, 2009Mi corazónviernes 22 mayo, 2009Leónidas Gambarteslunes 1 octubre, 2012 Entrada anteriorEl fuegoSiguiente entradaEl Bar