Cuando nací me pusieron dos lágrimas en los ojos para que pudiera ver el tamaño del dolor de mi gente. Humberto Ak-Abal Entradas relacionadassin titulojueves 14 mayo, 2009Canariolunes 22 julio, 2013La Enamoradamiércoles 5 septiembre, 2012 Entrada anteriorEl fuegoSiguiente entradaEl Bar