Cuando nací me pusieron dos lágrimas en los ojos para que pudiera ver el tamaño del dolor de mi gente. Humberto Ak-Abal Entradas relacionadasALABASTROlunes 1 junio, 2009Mar y rocíoviernes 22 mayo, 2009Verano pluraljueves 25 junio, 2009 Entrada anteriorEl fuegoSiguiente entradaEl Bar