Por Humberto Ak-Abal
Cuando nací
me pusieron dos lágrimas
en los ojos
Por Humberto Ak-Abal
El fuego acuclillado apaga la tristeza del leño cantándole su ardiente canción. Y el leño lo escucha consumiéndose hasta olvidar
Por Humberto Ak-Abal
Yo prefiero ser triste.
De la muerte sólo me separa
el silencio