Como no había trenes,
creció la gente
ahora más de dos mil familias
están en la vía
Hay que erradicarlas
llevarlas a otro lugar
evitar que vuelvan
a estar en la calle
porque si no
ningun vehículo pasaría.
Nos creció
la gente
mientras la esperanza
se desesperanzó
Y Rosario Norte
la que siempre
muchos
le llamaron Sunchales
duerme
duerme y se encuentra
en su sueño
de abrazos y despedidas
de mateos que se llevó
el viento,
de viejas bocinas roncas
de taxis
que todavía no lucían
el negro y amarillo,
y cuando el último tren partío
los pasos y las voces
no dejaron huellas.
Y La campana
se colgó de un vacio
para no sonar en llanto
su espantosa soledad.