Cuba Libre

Que no la encierren.

En sus brazos nace el sol

La igualdad de los impares

El camino hacia el amor

 

Que sus cadenas se quiebren.

Su cabello alado, y un viento

Que no pierde el tiempo

Para secar su sudor.

 

Que su nombre se venda

Pero jamás se compre

Que se escuche desde el monte

El color de su voz

 

Que en cada plaza

Y en la arena del mar

Se sienta el crujiente latido

De la libertad.

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