SOL POR UN DÍA

Por un dìa de descanso
bajo la sombra,
el sol me cedió su balcón.
Ahora el sol, soy yo.
Un chisme de jardìn
me dice, que una bella mujer
con su salado estìlo
se cubre con hebras de oro
y fina descánsa en una reposera.
Por el andén de mis fantasías
voy peldaño a peldaño,
hirviendo su cuerpo.
Mis manos osàdas
ungén sus pies
y le cosquilleo con un lirio
sus labios colmena.
La quiero broncear
con un abrazo inocente,
solitario, pobre.
Por más que el deseo
se absorba en un poéma.
Yà me hiere el ocàso

Y me despido con un beso 

 

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