La inútil espera

Dios te dibujó las alas
y nació otra ausencia,
porque antes te fuiste
una y mil veces
pero esto ya
no tiene vueltas.
La tristeza es
un enorme desconsuelo.
Nunca soportaste estar lejos
Europa era el trabajo,
era el destino,
para pensar en volver
en el hueco del mate
que dejaba la mano vacia
y ese exilio agigantaba
la frontera
En sueños y despierto
aparecian
tus calles de tierra
tu barrio de
veredas inciertas
de macetas
de plantas y de tarros,
de baldes de lata
y el color quebrado
indescriptible
de la pena.
Y tu familia numerosa
permanecia siempre
en tus desvelos
esperando como siempre
una respuesta.
Y vos y tu talento
impronta genial
del lápiz
que en cada trazo daba vida
soplo celestial
madera y carbón
creando sentimientos
en esa animación
sin barro
y sin costilla.
Personajes graciosos
perfectos
luminosos…
Qué genio Juan
cuánta ternura
y esa mirada de niño ausente.
No encontraste
el lugar
ni la paz
ni el consuelo
en esa dinámica de no tener
teniendo a todos
y el de partir
y contar con lo que no tenías
pero era un dilema interminable
Pitufos,
picapiedras
y mil formas
se pusieron a andar,
y respiraba el papel
y se movían
y tenían tu ingenuidad
tu gesto,
tu mirada
latiendo en celuloide.
Qué mensaje tan duro..!
Tan dificil…
de esperarte inutilmente.
Destino pájaro
gorrión
sin contención
ni fronteras.
Y ese irte a tu estilo
tapado de silencio
y enterarnos
de pronto
en un día cualquiera
que te fuiste
al cielo en bicicleta.

Entradas relacionadas